martes, 15 de octubre de 2024

Sorpresa

 Sorpresa

JLLM

Una pálida luna nueva sonreía sobre el mar con los ojos húmedos, reflejando  lágrimas argentas sobre el balandro "Queen Anne’s Revenge" que hinchado en su velamen y  con vientos favorables, avanzaba  rasgando con su quilla el oleaje, salpicando perlas líquidas sobre los costados de la embarcación. 

”Barba negra” escuchó el grito del grumete desde el carajo: 

—¡Barco a babor!... ¡Barco a babor!... 

—Perico, ¿Es mercante o de guerra?

⏤Parece mercante, capitán.

Tomó su catalejo y lo enfocó en el sentido indicado: 

Un pesado galeón, enarbolando la bandera con los colores de la marina mercante española, navegaba con el viento en popa y velamen desplegado. 

El filibustero gritó: 

—¡Vamos por el tesoro!... ¡Tensen la Estay, el Bauprés y los Foques! 

¡Perico¡… a mi lado! 

Acercándose apresuradamente, le gritó:

⏤Otra embarcación fácil de capturar, Capitán.

⏤Espero que sí, Perico. Con el motín, tal vez hasta mujer consigas…

⏤Me gustan las españolas, más si son de alcurnia, dijo, soltándo una sonóra carcajada.

El rostro de la calavera con dos tibias empalmadas sobre un fondo negro se desplegó en el mástil mayor, y la nave emprendió el veloz alcance al pesado buque. Cuando estaban por lograr su objetivo, el galeón arrió su bandera y desplegó una blanca. Lo emparejaron por el costado.

 ¨Barbanegra”⏤con sus imponentes dos metros de altura, aspecto y mirada demoníacos, espadas y pistolas⏤ dio la orden de disparar un cañonazo amedrentador; al mismo tiempo que los piratas trataban de acercar la nave para lanzar sus ganchos de abordaje.

    ¡Con terror, vieron cómo se abrían las troneras de la pesada embarcación! ¡El estruendoso tronar de la artillería enemiga nubló la visión en el ambiente. El daño estaba hecho: El palo mayor había sido derribado y la pequeña embarcación escorada y herida de muerte, comenzó a hacer agua, dejándose engullir por el hambriento y profundo piélago…

Sobre el galeón la lucha era encarnizada: heridos, destripados  derramando sangre,  y piratas que saltando al mar, preferían la muerte ahogados o masacrados por los tiburones, que ensartado por una espada.

Arrinconados en la parte más extrema de la quilla, Perico y el Capitán se batían en retirada:

⏤¡Salte, capitán¡ ¡salte!, dijo el Perico, antes de lanzarse al vacío…

Cuando era atravesado por un sable, Barbanegra alcanzó a gritar: 

⏤¡no sé nadar!...

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