domingo, 19 de abril de 2015

Narración en insufrible color verde

Narración en insufrible color verde

La corrupción lleva infinitos disfraces.
Frank Herbert
Acudían a mi cerebro, congestionado desde hace varios meses por la propaganda política del Partido Verde, las frases huecas y falsas promesas del organismo y de sus candidatos a puestos de elección popular. Sin sustento, lanzando al aire enunciados que ofenden por su estulticia, falta de congruencia y veracidad que agreden a los ciudadanos contaminando visual y auditivamente el entorno con carteles, anuncios espectaculares, periódicos, revistas, cine, radio y televisión: “El que contamina paga y repara el daño”. “El verde sí cumple”. “Vales de primer empleo”. “Vales de Medicina”. “No más cuotas obligatorias en escuelas públicas”. “Lo que te preocupa, nos ocupa”. Cientos de veces  al día el sonsonete o las imágenes machacan mi conciencia, apalean mi tolerancia, agotan mi resistencia. Me pregunto, ¿de dónde sale tanto dinero para cubrir esa propaganda insulsa? ¿Cuál es la finalidad? Sólo tengo una respuesta: ¡Del Estado! Es un partido con escasos militantes y corrupto, no desaparecerá porque la camarilla en el poder no lo va a permitir, le interesa tener sus votos para aprobar las reformas políticas y económicas que beneficiarán a la plutocracia gobernante. ¿Quién los puede detener? ¡Nadie!, la entidad responsable… está coludida.
            Me fui a la cama con la tristeza de ver a mi país sumido en la degradación política, y sintiéndome impotente para efectuar alguna acción que contribuya a que el pueblo se entere de la perversidad estratégica utilizada por el Estado. Tras varias horas de un dormitar intranquilo, el sonido de una campana de cristal varias veces repetido me hizo fijar la atención en un letrero fluorescente, luminoso y parpadeante que recorría las paredes de la habitación: Justicia ciudadana. Esto me dio la idea, me levanté y  trabajé toda la noche en el proyecto. Al anochecer del siguiente día, salí a cumplir mi objetivo… En el transcurso de la semana, la gente comenzó a notar que en la propaganda del Partido Verde aparecían letreros de: ¡Corruptos! ¡Cínicos¡ ¡Mentirosos!, acompañados de la leyenda: Justicia ciudadana.
            Después de varias noches de arduo trabajo modificando propaganda, hice una pausa y esperé la respuesta social. El tiempo se deslizó lentamente como la arena por el bulbo de vidrio y mi paciencia casi se agotaba, cuándo la prensa escrita y los medios audiovisuales comenzaron a comentar la afectación a la propaganda del Partido Verde. Los dirigentes de esa organización echaron la culpa a los partidos contrincantes, e instrumentaron cuadrillas encargadas de alterar propaganda contraria. Los ciudadanos, hastiados de los mensajes mentirosos se volcaron sobre todos los anuncios políticos  y en poco tiempo, gran parte estuvieron alterados. La inconformidad social exacerbada, presagiaba violencia en las próximas elecciones.
           
El pueblo votó y conforme se hacían los conteos y daban a conocer los resultados parciales, un nerviosismo creciente invadió a la  clase política y al gobierno: la cifra de boletas anuladas iban siendo mayoría; al término de los comicios, rebasó el ochenta y cinco por ciento. Por lo tanto ¡La votación se anuló!
Los disturbios generados por los resultados originaron revueltas, y la caída del gobierno tres meses después. Se estableció un mandato interino, encargado de proponer el nuevo pacto social y se citó a elecciones en el plazo de un año.
           
Hoy  inicia el periodo del gobierno de unidad social triunfador, que propone una etapa de desarrollo nacionalista en el país…
           Me desperté con el agradable sabor de boca que provocó la posibilidad de cambio democrático, y esbozando una sonrisa de esperanza, me dirigí al baño con el ánimo renovado para iniciar un día arduo de trabajo.           







domingo, 5 de abril de 2015

Un mundo diferente


Un Mundo Diferente
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“…hasta que se reviertan la exclusión y la inequidad dentro de una sociedad
 y entre los distintos pueblos,será posible erradicar la violencia…”
Jorge Mario Bergoglio
Papa Francisco
—¡No, compadre! No se meta, déjelos trabajar. Permita que fluya el río de billete verde, y recoja algo del caudal. Acuérdese que hay que mandar al Secretario la aportación mensual, y aceitar la máquina del Partido para las elecciones de junio del 2015. Por nuestro bien, debemos asegurar que sigamos en el poder. Habla con “El maestro” y dile que nos autorice encerrar a algunos de sus muchachos por un tiempo… saldrán en un año.
            —¡Sí, compadre! Hablaré con él.
            —No me llames compadre… ¡soy el presidente¡ ¡Acostúmbrate al título!

—¡Señor presidente! Como lo esperábamos… en éstas elecciones del 2015 logramos la mayoría en ambas cámaras y ganamos las gubernaturas con la ayuda de nuestros partidos aliados y el de la discreta izquierda. Sólo Morena y el Partido del trabajo, nos quitaron algunas posiciones. Está bien, así demostramos al mundo que en el país hay democracia y aseguramos la elección de nuestro candidato en  2018.
           
Georg Gänswein, secretrario particular de su Santidad, les abre la puerta e introduce a la sala a los Cardenales mexicanos. Con respeto y fervor toman asiento en la pequeña sala que transmite serenidad, paz y  tranquilidad, elementos que los inducen a la confidencialidad para la que fueron requeridos. En la plática, Francisco les solicita sus comentarios sobre la situación económica, social y política, por la que atraviesa su país. El ambiente se inunda de comentarios sobre la turbiedad, violencia, inseguridad, cinismo, impunidad, latrocinios y muerte. Así como, de tristeza y desesperación por las vivencias de una corrupción generalizada de los dirigentes políticos y parte de la sociedad; le confirman que México es un país en decadencia, donde el caos priva como consecuencia de la ingobernabilidad, y la delincuencia organizada se ha apoderado del poder político y social. Después de escucharlos, los conmina a establecer una estrategia que apoye a la sociedad civil y a sus organizaciones, y se comprometan junto con él, a elevar sus oraciones al Señor para que haya un cambio.
           
¡Repriman!, ¡repriman!, repriman señores. Debemos descabezar a las organizaciones sociales que protestan, no podemos permitir la insubordinación de la ciudadanía. ¡Qué hace el gabinete de seguridad que no puede imponer el órden! Faltan sólo unos meses para la elección presidencial y en la mayoría de los Estados hay desorden, rebelión, anarquía. ¡Secretario de Gobernación! ¿Qué pasa?
            —Señor presidente, hay hambre, injusticia, sed de venganza y… los malditos curas, que asuzan al pueblo y apoyan las exigencias de los organismos sociales
            La reunión fue interrumpida por un sonido estruendoso, el estallamiento de los cristales de la sala;  el traquetéo de ametralladoras enmudeció y aterrorizó a todos. El fuego y el humo saturaron el ambiente, el desplazamiento de soldados y civiles atropellándose, confundidos entre la defensa y el escape de la Casa de Gobierno. En poco tiempo los rebeldes dominaron la situación. Militares y civiles se reconocieron pueblo y se rindió la plaza. Los representantes de la sociedad civil desconocen los poderes establecidos, toman el poder y prometen un gobierno de transición y nacionalista. Un nuevo pacto social. Transparecia y honradéz en el manejo de los recursos del país.   

En la oscuridad de una calle sin alumbrado, salpicados por el agua de los charcos y sufriéndo con el hedor de las emanaciones de basureros cercanos, caminan apresuradamente acompañados por ladridos lastimeros y el paso fugáz de algunas ratas. Huyen hacia el Estado de México, donde buscarán refugio. Un rayo de luna le ilumina el rostro; ya la angustía y desesperación, borraron el gesto triunfador de su estulticia e insustancialidad. Rapado disimula su soberbia; andrajoso, sucio y luchando por su vida… por fin se acercó al sentir de su pueblo.
            —Una hora más y llegaremos a dónde nos ocultarán, señor Presidente.
            —No me llames presidente… ¡soy tu compadre¡  ¡No me ventanees!
           

5 de abril de 2015