Un Mundo
Diferente
Gárgamel
“…hasta
que se reviertan la exclusión y la inequidad dentro de una sociedad
y entre los distintos
pueblos,será posible erradicar la violencia…”
Jorge Mario Bergoglio
Papa
Francisco
—¡No, compadre! No se meta, déjelos
trabajar. Permita que fluya el río de billete verde, y recoja algo del caudal.
Acuérdese que hay que mandar al Secretario la aportación mensual, y aceitar la
máquina del Partido para las elecciones de junio del 2015. Por nuestro bien,
debemos asegurar que sigamos en el poder. Habla con “El maestro” y dile que nos
autorice encerrar a algunos de sus muchachos por un tiempo… saldrán en un año.
—¡Sí,
compadre! Hablaré con él.
—No
me llames compadre… ¡soy el presidente¡ ¡Acostúmbrate al título!
—¡Señor presidente! Como lo esperábamos… en
éstas elecciones del 2015 logramos la mayoría en ambas cámaras y ganamos las
gubernaturas con la ayuda de nuestros partidos aliados y el de la discreta izquierda. Sólo Morena y el
Partido del trabajo, nos quitaron algunas posiciones. Está bien, así
demostramos al mundo que en el país hay democracia y aseguramos la elección de
nuestro candidato en 2018.
Georg Gänswein, secretrario particular de su Santidad, les
abre la puerta e introduce a la sala a los Cardenales mexicanos. Con respeto y fervor toman asiento
en la pequeña sala que transmite serenidad, paz y tranquilidad, elementos que los inducen a la confidencialidad para la que fueron requeridos. En la plática, Francisco les solicita sus comentarios
sobre la situación económica, social y política, por la que atraviesa su país.
El ambiente se inunda de comentarios sobre la
turbiedad, violencia, inseguridad, cinismo, impunidad, latrocinios y muerte. Así como, de tristeza y desesperación por las vivencias de una corrupción generalizada de los dirigentes políticos y parte de la sociedad; le confirman que México es un país en decadencia, donde el caos priva como
consecuencia de la ingobernabilidad, y la delincuencia organizada se
ha apoderado del poder
político y social. Después de escucharlos, los conmina a establecer una estrategia
que apoye a la sociedad civil y a sus organizaciones,
y se comprometan junto con él, a elevar sus oraciones
al Señor para que haya un cambio.
—¡Repriman!,
¡repriman!, repriman señores. Debemos descabezar a las organizaciones sociales que protestan, no podemos
permitir la insubordinación de la ciudadanía. ¡Qué hace el gabinete de seguridad que
no puede imponer el órden! Faltan sólo unos meses para
la elección presidencial y en la mayoría de los Estados hay desorden, rebelión,
anarquía. ¡Secretario de Gobernación! ¿Qué pasa?
—Señor presidente, hay hambre, injusticia, sed de venganza y… los
malditos curas, que asuzan al pueblo y apoyan las exigencias
de los organismos sociales…
La reunión fue interrumpida por un sonido estruendoso, el estallamiento
de los cristales de la sala;
el traquetéo
de ametralladoras enmudeció y aterrorizó a todos. El fuego y el humo saturaron el ambiente, el desplazamiento de soldados y civiles atropellándose, confundidos entre la defensa y el escape de la Casa de
Gobierno. En poco tiempo los
rebeldes dominaron la situación. Militares y civiles se reconocieron pueblo y se rindió la plaza. Los representantes de la sociedad
civil desconocen los poderes establecidos, toman el poder y prometen un gobierno de transición y
nacionalista. Un nuevo pacto social. Transparecia y honradéz en el manejo de
los recursos del país.
En la oscuridad de una calle sin alumbrado, salpicados por el agua de los charcos y sufriéndo con el hedor de las emanaciones de basureros cercanos, caminan apresuradamente acompañados por ladridos
lastimeros y el paso fugáz de algunas ratas. Huyen hacia el Estado de México, donde buscarán refugio. Un
rayo de luna le ilumina el
rostro;
ya
la angustía y
desesperación, borraron el gesto triunfador de su estulticia e
insustancialidad. Rapado disimula su soberbia; andrajoso, sucio y luchando por su vida… por fin se acercó al sentir de su pueblo.
—Una
hora más y llegaremos a dónde nos ocultarán, señor Presidente.
—No
me llames presidente… ¡soy tu compadre¡ ¡No me ventanees!
5
de abril de 2015
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