sábado, 26 de junio de 2021

CUESTIÓN DE DEMOCRACIA

 CUESTIÓN DE DEMOCRACIA

Gárgamel

La puerta abatible de la cantina se abrió permitiendo la entrada de Francisco. Divisó a su amigo en una mesa del fondo y se dirigió hacia allá oyendo a su espalda el rechinido del repetido y degradado retorno del batiente. Saludó de mesa en mesa a los amigos que ahí se encontraban y llegó con Carlos.

―Hola, ¿ya votaste en la Consulta para proponer que sean juzgados los mandatarios anteriores por las decisiones políticas tomadas que hayan perjudicado al país?

―No, no voy a votar. Para detener a los delincuentes está la Fiscalía General de la Nación. Si existen evidencias y pruebas, que los enjuicien. Soy un demócrata, pero creo que este asunto no debe someterse a la Consulta Popular. 

―Carlos, esto tiene mucho más fondo que fijar responsabilidades y procesar culpables. Se trata de qué por primera vez, el pueblo participe involucrándose en las decisiones políticas del país. Estamos transitando de una democracia simulada, con abundancia de tejemanejes ―en qué la única participación ciudadana era ir a votar― a utilizar los diferentes instrumentos que nos permite una Democracia Participativa: la Consulta Popular, el Referéndum, el Plebiscito y la revocación de mandato. No es cosa menor, el país está entrando a un mundo diferente: la transparencia de las acciones del Gobierno, la información pronta y verídica, el involucramiento real de la ciudadanía en la toma de decisiones y el pronunciamiento sobre ellas. Entre copa y copa, se estiró el tiempo con controversias y risas; al anochecer, el ánimo, languideció. Al despedirse, Francisco cuestionó nuevamente a Carlos: —¡Así que eres un demócrata! 

        —¡Sí!...

—Y ¿Vas a aceptar la decisión de la mayoría? 

        —¡Sí!

Se levantó Francisco de la mesa y dirigiéndose en voz alta a los parroquianos, les dijo: ¡Esta es una Consulta Popular! ¿Quién creen que deba pagar la cuenta él o yo!

Se escuchó un rugido abrumador: ¡éééllll! Se volvió diciéndole: Ni modo, amigo, el pueblo ha hablado. Nos vemos la próxima semana.

26 de junio de 2021


jueves, 17 de junio de 2021

HETERÓNIMA

 HETERÓNIMA

Herlinda Caballero


El recuerdo es el perfume del alma.
George Sands
Aurore Lucile Dupin de Dudevant 
1/07/1804 - 8/06/1876

Estoy frente al escritorio y el ordenador tiembla de impaciencia por llenar la albura de una etérea página de ideas que mutarán en escritura: ¿historia o ficción? Esa es la incognita… Un aroma de añoranza roza con sutileza mi mente y define el sentido del relato; en un halo de añejos recuerdos me remite a la pubertad, después de aquel suceso que pudo ser bochornoso sin la ayuda de las compañeras del salón de clase: El paso de la cándida niñéz a la arriscada adolescencia que transformó mi cuerpo y pensamiento trastornando el divertido mundo infantil en una violenta fuga hacia una identidad propia; el tratar de entender la caterva provocativa y atemorizante de sensaciones y emociones recién descubiertas. Pronto encontré el método para retener momentos y volver a disfrutarlos en la intimidad de la habitación: mi diario. Qué a los cuarenta y cinco años de vida, aún conservo. Siguiendo a la esencia hedonista de esas reminiscencias, hojeo las primeras páginas y me detengo en la celebración de los quince años de Aurelia:

“Hoy fue el primer ensayo del vals. Las cinco amigas platicábamos en la parte alta de la casa y veíamos abajo a Francisco y a sus compañeros que había invitado, para ser chambelanes. Me acerqué a Aurelia y al oído le dije, ponme de pareja de Antonio…”

Sonreí por mí atrevimiento de aquél día y me deleité rememorando sus consecuencias. Volvieron a la mente imágenes lacradas por los años y decidí escribir un relato sobre las circunstancias, sensaciones y emociones en la fiesta de quince años de Aurelia: 

…después del vals estaba agitada por el trajín de pasos y figuras del baile; también por sentir los fuertes brazos de Antonio al levantarme, suspenderme y bajarme, rozando su cuerpo. Cuando estábamos en la mesa, la orquesta comenzó a tocar una balada romántica  y la bailamos muy juntos, mejilla con mejilla…  Sentí su pecho sobre el mío y mis pezones reaccionaron al contacto; sus muslos acariciaron los míos con ritmo lento y una sensación de intenso calor, me invadió. Torpemente me separé, pedí disculpas y corrí al baño a refrescar la cara y recuperar el aliento…

—Hola, amor ¿Qué haces? —Hola, Toñito, los muchachos ya se durmieron y estoy degustando una historia. —Deja eso, te invito a hacer otra bonita historia, en nuestra recámara…

17 de junio de 2021


viernes, 11 de junio de 2021

PERSISTENTE NOSTALGIA

PERSISTENTE NOSTALGIA


Gárgamel


Pablo se había había alejado de amigos y familiares, refugiándose en su pequeño departamento, desde la muerte de Ana. A partir de esa fecha, fincó una  fortaleza inexpugnable de irrealidad. Se envolvió en un manto de fantasía que le permitió transitar por el dolor que lo desgarraba y generó un gran mundo de evocaciones, añoranzas y nostalgias en las que comenzó a navegar a partir del doloroso acontecimiento. 

Recorría a contracorriente el espeso fluido de la existencia, en una profusa barca de melancolía que lo llevaba a navegar la diaria jornada transvestido en la antítesis de Caronte: en lugar de muerte, anhelaba transportar vida. Su ser respiraba el tráfago diario de añoranzas en continua ocurrencia: un anecdotario de eventos e imágenes,  emociones y desgracias vividas con ella, la mujer amada, con la que convivió más de cuarenta años. Por eso: 

¡no estaba dispuesto a dejarla partir! 

Las condolencias de los vecinos las recibió con agradecimiento, pero negó la muerte, sólo les manifestó su delicado estado de salud. 

La comunidad aceptó la disgregación del comportamiento de Pablo como una muestra desesperada de amor y dependencia de Ana. La gente, al cruzarse en su camino, preguntaban atentamente por el estado de salud de Anita y él siempre contestaba: “delicada, pero mejorando”.

El cotilleo se extendió en el vecindario y se tejieron historias… Se hablaba de haberla visto en la noche, a contraluz, pasar rauda por las ventanas emitiendo quejidos; los más tremendistas señalaban que su espíritu, proyectado en una gran sombra reptante, se deslizaba en las noches por las paredes de los edificios… 

Dejó de verse a don Pablo ir al mercado por las mañanas. Después de una semana, los vecinos llamaron a la policía…


La pestilencia que emanaba el departamento advertía muerte y descomposición. Al violentar la puerta, el hedor forzó a los agentes a cubrirse el rostro. Llegaron a la recámara y encontraron el cuerpo de Pablo carcomido por las ratas y  conservando aún puesta, la vestimenta de Ana.

11 de junio de 2021


domingo, 6 de junio de 2021

UN AMIGO DE LA INFANCIA

 UN AMIGO DE LA INFANCIA

Gárgamel

Cada vez su memoria fallaba más. En un mar de confusiones y espacios vacíos, los eventos se filtraban en la turba oscura de una inconsciencia desmayada, laxa, endeble, que eludía constantemente los desesperados esfuerzos de la escrutación razonada de sucesos recientes.Trataba de minimizar ante la familia las lagunas mentales, con la finalidad de que no se preocuparan o se le ocurriera mandarlo a una institución especializada que se encargara de su atención. 

Se asombró: “¡Estoy en el parque Hidalgo en Coyoacán!, sentado frente a la fuente de los coyotes, rociado por el relente matinal e iluminado por los rayos amarillentos que asoman desde el costado lateral del templo de San Juan Bautista, más, no sé cómo salí de casa y llegué aquí”. Con la mirada recorrió floresta y senderos que parten de la fuente y distinguió el lugar dónde se colocaba Don Pepe, el fotógrafo del parque, lo vió con su cámara de tripié cuadrada capturando miles de imágenes de los visitantes del jardín y recordó cuando acudía a revisar su catálogo, para encontrar amigas y solicitar copias de sus fotografías. Frente a él vislumbró, dónde ahora está un restaurante, la fachada Art déco del cine Centenario y comenzó a rememorar las aventuras que pasó en la niñez y adolescencia en ese lugar por las tardes-noches, con funciones de tres películas por un peso y cincuenta centavos.

En el caminar ondulante y desmadejado de una persona que se acercaba, identificó a Francisco —el “Patotas”— que con su sempiterna sonrisa lo saludó: 

—Hola “Orejón”, tanto tiempo sin verte, He cruzado océanos de tiempo para encontrarte*, pero aquí estás…

—Sí, vine a reposar un rato y recordar viejos tiempos. Me extraña encontrarte ahora, te perdí de vista hace tiempo.

—Sí, fui a otro lugar… pero ahora, despleguemos añoranzas. ¡Me da gusto volver a estar contigo, ¡qué venga la nostalgia!...

La conversación se prolongó por horas, recorriendo lugares, sucesos, amoríos, hazañas, correrías e infortunios hasta que un manto de lobreguez y viento frío arrinconó la desvaída luz que aún luchaba por algunos minutos de claridad.

—Bueno “Orejón”, creo que nos vamos. Acompáñame. 

Lo tomó del brazo y al hacerlo, Rodrigo se vio en el velatorio, dentro del féretro… 

6 de junio de 2021