jueves, 10 de diciembre de 2015

El gurú del dominó

El gurú del dominó

Jorge Llera

Toda la mañana la había dedicado a preparar los alimentos  para la carne asada que iba a disfrutar con los amigos. Acondicionó  la terraza con mesas, sillas, manteles y cubiertos necesarios para el evento. Subió las cervezas en la hielera y las botellas de vino. Todo estaba listo en el tiempo programado.
            Llegó la comitiva y rápidamente se conformó con sus integrantes el equipo de cocineros, de meseros y de comensales. En el último, destacaba la presencia del "gurú del dominó", del cual se decía que era implacable con sus rivales en el juego. Se rumoraba que no había perdido una partida desde 1953, que la jugó en el hospital contra los médicos cirujanos cuando lo operaban de apendicitis. Pero no lo habían vencido ellos, sino... la anestesia. Él se encargaba de difundir su fama y lo hacía fervorosamente martes y jueves de cada semana cuando acudía regularmente al bar a jugar con sus compañeros - que recibían su instrucción con agradecimiento porque iba acompañado se tragos de cortesía, pues también era dueño del bar. Con él, venía su  compadre "el jaque mate" -Temible ajedrecista que popularizó en el medio el jaque mate del Agrónomo, utilizando únicamente los peones y los caballos...como corresponde a un buen agricultor. Junto a ellos, el afamado "Doc" -el poder médico de la región-, respetado y temido porque de su voluntad dependía la salud de la comunidad. Como César, el movimiento de su dedo pulgar determinaba un destino.
            El olor de la carne asada y del chorizo aromatizaba el ambiente. De la parrilla los enviaban a la mesa y cada quién preparaba sus tacos y adicionaba al plato arroz y frijoles. Se bebía vino y cerveza mientras se disfrutaba de la música ambiental. Sin embargo, había un dejo de tensión en el ambiente. La ansiedad del gurú por comenzar el juego era evidente: movía los pies constantemente, cruzaba y descruzaba los brazos, tamborileaba con los dedos sobre la mesa, hasta qué...en voz alta expresó:
            —¡Qué, ¿No vamos a jugar?!
            Se sortearon las fichas y al gurú le tocó se pareja "el jefe" que era la autoridad dentro del grupo y como el filósofo Maimónides, le correspondía conciliar los intereses de todos. Y así lo hacía, pero nunca le había tocado el gurú como compañero. Requeriría usar toda su sapiencia, para armonizar en el juego.
            Los contrincantes fueron: el "callado" y el "Contador". Decían del primero qué si lo ponían a dialogar con una piedra en una competencia...ésta hablaba primero. Y del segundo, que sus primeras palabras no fueron mamá y papá, sino cargo y abono. Era reconocido como el ángel guardián del jefe.
            Comenzó la partida y la primera mano la ganaron los "callados" y por tanto, al jefe le correspondió una reprimenda del gurú: ¡Repite la ficha, jefe!, tenías que poner el cuatro/tres, que para eso te mandé el cuatro. Terminando la segunda mano y aunque ganaron, el gurú volvió a recriminar al jefe: ¡Te mandé el cierre! y ¡No lo cerraste!...fíjate. Después de dos manos más, triunfaron rotundamente.
            —¡Vente compadre!, vamos a demostrarles como juegan los agrónomos. Y el "jaque mate"con la parsimonia de un campeón, ocupó su lugar. Jugaron contra el "jefe" y el "Anfitrión". No tuvieron consideración de éstos y como si pensaran no volver a esa casa, sin el más mínimo respeto y agradecimiento por la hospitalidad, los masacraron con un tremebundo zapato.
            Jugaron toda la tarde y parte de la noche y el gurú ganaba con todos. Cuando ya nadie quería jugar, sólo el gurú; hacia el Oriente del estrellado cielo, comenzó a distinguirse un resplandor, un astro, un metéoro, que se acrecentaba en tamaño y brillantez conforme se acercaba. Todos se quedaron petrificados  con el espectáculo y distinguieron entre la brillantés, dos figuras delgadas de hombres barbados, vestidos con togas blancas. El que parecía ser el guía, se dirigió al "gurú" y le espetó en la cara:
            —¿Se sienten muy chingones para el dominó? ¡Pues a ver si nos ganan!... Siéntate frente a mí Pedro.


17/09/2012




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