domingo, 30 de septiembre de 2018

El juego



El juego

           

Gárgamel





Eros jugaba acompañado de pasiones y emociones cómplices, que ansiosas esperaban actuar. Tensó el arco y lanzó la saeta sobre una pareja que recién se conocía. El deseo se apresuró e introdujo con el impacto; más atrasados y compitiendo entre sí, se incorporaron temor, alegría, tristeza, cólera, odio, desdén, venganza, arrepentimiento, que lucharon durante largo tiempo hasta desfallecer. El amor, con parsimoniosa elegancia, se deslizó entre ellas y se instaló sobriamente sobre las ruinas dejadas…





miércoles, 19 de septiembre de 2018

Sorpresa



Sorpresa (cambiar título)

Gárgamel

Nuestro primer beso no fue con la boca,
 sino al mirarnos y sonreír en complicidad.
anónimo
La conferencia, francamente me aburría. El ponente disertaba argumentos para sostener una tésis ampliamente rechazada por mi, por lo que distraía mi atención en unas hermosas piernas que se cruzaban y descruzaban, lánguida y alternativamente, como si al hacerlo solicitaran mi presencia. Sus pantorrillas se definían sutilmente al llegar a la cadera. El talle esbelto, cubierto por la blusa de seda estampada, realzaba la delicadeza de sus formas. Levanté la mirada, y descubrí la sonrisa de una boca delgada que embellecía el rostro de pequeños ojos oscuros y nariz recta. Me encantó la visión, y me prometí conocer a la portadora  a la salida del evento.  
                       Conteniendo el nerviosismo me acerqué y la saludé. Después de un intercambio de frases triviales y de circunstancia, le invité un café.
En el pequeño lugar, con pocos clientes y música suave, iniciamos el ensamble del rompecabezas social, a partir de los bordes: el conocimiento mutuo, la exploración de hechos, alegrías y penares; cicatrices que el tiempo impregnó en nuestras existencias como raíces del viejo árbol que aferradas a la superficie sobreviven incrustándose en la tierra...
El tiempo corrió, y una noche larga con olor a humedad, de luna enmascarada y oscuridad cómplice, nos refugiamos en la soledad de un sórdido callejón bajo el amparo del automóvil. En la estrechéz del asiento trasero, con desesperación, besamos y exploramos nuestros cuerpos, deshaciéndonos con rapidez de la estorbosa ropa. La amalgama de humores y olores nos empapó y el inhalarlos, enardeció los sentidos estimulando la ansiedad de completar el acto que la naturaleza exigía. La música de la radio disimuló la excitación, y la bruma generada, conciente de nuestra necesidad de intimidad, tendió una cortina para escondernos del mundo...

Un toquido metálico repetido sobre el cristal, la voz firme del oficial de policía y el haz de luz de una lámpara, interrumpieron el romance,:
            Baje el vidrio, jóven. ¿No tienen dinero para un motel?, lo tendrán para pagar la multa. Acompáñenos a la delegación.
            Subiéndome  los pantalones y fajándome la camisa, alcancé tímidamente a decir:
            ¿No podríamos arreglarnos de otra forma?, Oficial...

19 de septiembre de 2018

domingo, 9 de septiembre de 2018

Paradoja

Paradoja

          
Algunos libros son probados, otros devorados,
poquísimos masticados y digeridos.
Francis Bacon

Gárgamel

El anciano apoltronado en su mullido sillón, con la lámpara de pie a un lado diseminando el haz amarillento sobre su figura, leía apaciblemente un pesado libro que por la apariencia opaca de las hojas desgastadas, debía de ser muy antiguo. Frente a él en una pequeña mesa, la tasa con chocolate espumoso esparcía su aroma por la gran biblioteca forrada de libros de pared a techo.

            Escuchó el abrir de la puerta, y pequeños pasos acercarse con ligereza:

            Abuelo, ¿qué lees?

            Un viejo libro de filosofía, hija.  

            —Y eso ¿qué es?

            —Es el afán que tiene el hombre de conocerse  a sí mismo, es la búsqueda de la verdad y la sabiduría.

            —Suena muy complicado.

            —No lo es tanto. La filosofía amplía la visión del mundo que te rodea y te da elementos para discernir la razón de tus acciones. Te ayuda a reflexionar sobre quién eres, de dónde vienes, tú razón de ser, y… hacia dónde vas.

            —Sigue siendo complicado, abuelo. La chiquilla tomó la taza, sorbió un poco de chocolate, se limpió con la lengua las comisuras de la boca ribeteadas de oscuro, y levantó la mirada para recorrer con admiración las paredes embadurnadas de libros.

            —¿Haz leído todos?

            —No, hija, una parte, porque algunos sólo son probados. Otros, que mantienen nuestro interés, devorados; y aquellos poquísimos, que constituyen la esencia de los temas que te seducen, masticados y digeridos.

            —Y ¿y ese lo estás masticando…?

            —Sí, y con un poco de chocolate, lo voy a digerir…

            La pequeña vibración comenzó a sentirse en los pies, se acompañaba de un rumor sordo y el ligero crujir de la madera. La nieta volteó hacia el anciano en un cruzar nervioso de miradas, que pronto reflejó el miedo al aumentar el movimiento trepidante en el suelo de la habitación. Las paredes, comenzaron a vomitar libros que se proyectaban en vuelo torpe sobre los muebles.  El crujir de la vieja casona, se generalizó; se dibujaron cuarteaduras con pinceladas abstractas, polvosas nubes irrumpieron por puertas y ventanas cubriendo el recinto de una neblina áspera que ardía al respirarla.

            El abuelo, asustado, gritó:

 —¡Corre a la salida!, ¡al jardín!... ¡yo te alcanzo! Con la agilidad de sus nueve años, salvó los obstáculos que se iban interponiendo, al correr atropelladamente hacia la puerta de entrada. Cuando se refugió entre los grandes árboles, el movimiento había terminado, y junto a la servidumbre, vieron cómo se habían desplomado varias paredes.

            Corrieron a salvar al abuelo. Al entrar al hall que precedía a la biblioteca, sortearon con dificultad columnas caídas, muebles destrozados, escombros, hasta llegar a las pesadas puertas de madera. Rápidamente se hicieron a un lado los obstáculos y penetraron al nebuloso ambiente del lugar, caminaron entre cúmulos de aventura, técnica, historia y sabiduría, hasta descubrir un brazo y fragmentos de una taza con residuos de chocolate, respetados por la vorágine…

10 de septiembre de 2018