El juego
Gárgamel
Eros jugaba acompañado de pasiones y emociones cómplices, que ansiosas esperaban actuar. Tensó el arco y lanzó la saeta sobre una pareja que recién se conocía. El deseo se apresuró e introdujo con el impacto; más atrasados y compitiendo entre sí, se incorporaron temor, alegría, tristeza, cólera, odio, desdén, venganza, arrepentimiento, que lucharon durante largo tiempo hasta desfallecer. El amor, con parsimoniosa elegancia, se deslizó entre ellas y se instaló sobriamente sobre las ruinas dejadas…
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