martes, 11 de abril de 2023

La corrida

 La corrida

El buscón de Zalamea


Me dispuse a disfrutar el domingo por la tarde de la corrida de toros en la plaza de Las Ventas, en Madrid, sin tomar en cuenta a lo que me dijo un viejo amigo: “Ver los toros por televisión, es como hacer el amor en línea”. 

Como lo segundo ya no es mi problema, me dediqué a preparar lo primero: Me puse el atuendo de ancestral aficionado a la tauromaquia —boina, bufanda, chaleco tejido, pantalón holgado, pañuelo blanco (imprescindible para pedir orejas y rabo) y mis inseparables alpargatas—. Preparé la bota con vino tinto, furnet, coñac, granadina y jugo de uva. Puse a mi lado la mesa con los quesos, el jamón serrano y las tapas. Saqué del humidor unos puros cohiba tamaño Churchill, el cortador, el mechero y me arrellané en el super cómodo sillón puff reclinable.

Sintonicé el canal tres en el momento en que se iniciaba la Feria de San Isidro; el paseíllo con los clarines y timbales repicando, me emocionaron. Desfilaron los alguaciles, montados a caballo, seguidos por los toreros con la montera en la mano; banderilleros, picadores en sus monturas, los monosabios y los caballos de arrastre. Buen momento, me dije, para bautizar la bota…  Inicié mi labor con un trago astringente y largo que castigó mis papilas, y haciendo un chorro, la alejé hasta formar un arco. Sentí el paso del licor calentando mi interior como el vapor que impulsa a una locomotora. Cuesta trabajo iniciar la marcha, pero pronto se desliza fácil, pensé, y prendí un puro.

Con otro trago largo y un poco de botana, saqué mi pañuelo blanco y lo agité, para pedir que le dieran la oreja a Paco Ureña, en su primer toro (creo que fui el único que lo agitó.)

Aplaudí la faena al segundo toro que le correspondió a Ernesto Justo. Cuando terminaba la última tapa de la botana, ya me había fumado medio puro, tomado dos grandes tragos de vino e insultado a los picadores por el excesivo castigo al burdel… perdón, al burel.

El tercer toro, lo recibió Paquito Ureña con una verónica sensacional. Me acabé el vino y el cigarro. Quise tomar un queso, volteé la mesa y se cayó la charola. Bueno, no importa… 

¡Ole!, ¡ole! Ese Paquito es sensacional.

El… cuar… to toro, no lo afoca bien el te… le… visor. Parece que, el torero está muuuy lejos… El toro ataca y se eleva… vuela… vuela… vuela…


¡Papá!, ¡son las doce de la noche! ¿Qué haces viendo un programa de recetas de cocina?



11 de abril de 2023


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