Una
idea espeluznante
Gárgamel
Me entrego a ti para que hagas…
lo que quieras.
Mátame, ámame, bésame,
Si así lo deseas…
Poema erótico
Pandora (seudónimo)
En la oscuridad inducida, la sensación de
asfixia lo exasperaba; transpiraba copiosamente por el nerviosismo y la
ansiedad; el áspero costal que le cubría la cara lo raspaba al menor
movimiento, y la resequedad de la garganta le producía escozor. La saliva
pastosa y enlodada con sabor a tierra seca, le pegaba la lengua al paladar. Sentía
rocas calientes que se friccionaban,
lacerando con cada movimiento la parte interna de la boca, cuarteada por la sed;
la lengua le dolía al moverla. El calor extenuante lo debilitaba. Con las manos
atadas a la espalda y los pies amarrados por los tobillos, aguardaba
ansiosamente a que le diera agua. Desesperado, a punto de desfallecer, y haciendo
un esfuerzo logró gritar:
¡Amanda!,
¡Amanda!, ya no me gustó tu juego erótico… ¡Desátame!
26 de octubre de 2015
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