lunes, 12 de junio de 2017

El crímen perfecto




El crímen perfecto

La sirvienta la había encontrado muerta al llegar de su asueto de fin de semana. El  deceso, según el forense fue causado por un paro respiratorio. Localizaron al esposo en su clínica estética de la ciudad de Cuernavaca, mientras aplicaba botox a una paciente. Al detective Godínez le parecía extraño el resultado de la autopsia: botulismo. No comprendía cómo, habiendo comido los esposos lo mismo el día anterior, el doctor no hubiera enfermado. Aquella misteriosa clave se le escurría de entre los dedos. Con ánimo dubitativo, fue a almorzar un emparedado con el sargento varela. Cuando el  empleado preguntó ¿…con todo?, salió corriendo del local. Llegó a la casa de la familia Wallace, y del basurero rescató el frasco con pepinillos en conserva que suponía contaminado con la toxina…



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