El crímen perfecto
La sirvienta la había encontrado muerta al llegar de su asueto de
fin de semana. El deceso, según el
forense fue causado por un paro respiratorio. Localizaron al esposo en su
clínica estética de la ciudad de Cuernavaca, mientras aplicaba botox a una
paciente. Al detective Godínez le parecía extraño el resultado de la autopsia:
botulismo. No comprendía cómo, habiendo comido los esposos lo mismo el día
anterior, el doctor no hubiera enfermado. Aquella misteriosa clave se le escurría de entre los
dedos. Con ánimo dubitativo, fue a almorzar un
emparedado con el sargento varela. Cuando el empleado preguntó ¿…con todo?, salió corriendo
del local. Llegó a la casa de la familia Wallace, y del basurero rescató el
frasco con pepinillos en conserva que suponía contaminado con la toxina…
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