El proyecto
Gárgamel
En el módulo de supervivencia en que viajaba hacía varios años luz después de que su hábitat fuera destruido, Lugli, acababa de desechar un cuerpo más de los miles por los que había pasado desde su nacimiento original. Estaba por concluir la reestructura de su memoria, accesando los últimos archivos de experiencia ancestral. Terminado el proceso, se observó con deleite: nuevamente tenía la apariencia joven, el cuerpo elástico, firme, y la inteligencia madura ¾El laboratorio de clones, reproductor regular de los individuos originales, había entregado el cuerpo con la edad solicitada y listo para la configuración inicial¾. “Es muy práctico haber vencido al tiempo, al espacio y a las enfermedades, infinidad de civilizaciones en el universo sucumbieron a pesar de su grandeza por la carencia de estos conocimientos”, pensó mientras se dirigía a la cápsula de creación artística.
Impulsado por una corriente de energía llegó a la cápsula. En el interior, rodeado de paredes cóncavas y oscuras levitó al centro, modificó su postura para recostarse ly elevando levemente los pies, se dispuso a trabajar. La negrura del ambiente pronto fue animada por el movimiento lento de sutiles ondas sonoras que envolvieron el entorno creando un estado de tranquilidad emocional y relajación física. Comenzó a pensar en su proyecto: La conversión de un mundo primitivo y caótico en una civilización ordenada. El ensayo sería presentado en la Gran Convención.
Aparecieron gráficamente frente a él los pensamientos que iba generando, los clasificó, hasta formar un entramado de ideas, anteproyectos y propuestas; después de estudiarlos los apartó y atrajo la imagen de su experimento. Se introdujo en el planeta azul que había seleccionado ¾un sistema solar conformado por ocho satélites¾e inició el primer paso de su programa.
El escritorio frente a la ventana, recibe los débiles rayos de un amanecer diferente, el mundo cambió el día anterior por la noche:
En la madrugada, destellos de candentes colores enmarcaron la oscuridad en ráfagas de inmensas serpientes, que surcaban vertiginosamente el universo visual, e iluminaban la perplejidad de los rostros de angustia y temor de la multitud de gente que despertaba a observar el fenómeno desconocido. La energía eléctrica se colapsó, las máquinas enmudecieron, y la humanidad calló cuando a las mentes de cada habitante del planeta les llegó el mensaje:
¡Están conquistados!
¡No intenten contraatacar, sus armas son inútiles, no pueden utilizarlas contra nuestra civilización!
¡Haremos de ustedes la humanidad ética, productiva y responsable, digna de convivir en el Universo!...
13 de mayo de 2018
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