lunes, 6 de febrero de 2023

Duermevela

 Duermevela

El buscón de Zalamea


“Barba negra”, escuchó el grito del grumete desde el carajo: 

—¡Barco a babor!... ¡Barco a babor!... 

Tomó su catalejo y lo enfocó en el sentido indicado: 

Un pesado galeón mercante, enarbolando la bandera con los colores amarillo, blanco y encarnado, navegaba con el viento en popa y el velamen desplegado. 

Gritó: 

—¡Es un buque mercante castellano! ¡Vamos por el tesoro!... ¡Tensen la vela de Estay, el Bauprés y los Foques!  ¡Icen a “Jolly Roger”! *: 

El rostro de la calavera con dos tibias empalmadas sobre un fondo negro se desplegó en el mástil mayor y la nave emprendió el veloz alcance al pesado buque mercante. Cuando estaban por lograr su objetivo, el galeón castellano arrió su bandera y desplegó una blanca. Lo emparejaron por el costado. Como era su costumbre, ¨Barbanegra”, apareció en una nube de pólvora y dio la orden de disparar un cañonazo amedrentador; al mismo tiempo los piratas trataban de acercar la nave para lanzar sus ganchos de abordaje.

¡Con terror, vieron cómo se abrían las troneras de la pesada embarcación! ¡Una nube de humo negro y el estruendoso tronar de la artillería nubló la visión de los combatientes! Los cañones del balandro intentaron repeler el ataque, pero el daño estaba hecho: 

El palo mayor había sido derribado y la pequeña embarcación escorada y herida de muerte, comenzó a hacer agua, dejándose engullir por el hambriento y profundo piélago…

 El galeón, con los gritos triunfantes de los marineros, lentamente continúo su rumbo desvaneciéndose en el horizonte bajo la negrura de una nubosidad presagiánte de tormenta.


Flotaba en un vaivén constante, asido al pedazo de mástil al que se había amarrado. En una pesadilla de desesperación y angustia, los movimientos ondulantes de las olas golpeaban su rostro, obligándole a boquear agua salada que le resecaba la boca y cuarteaba los labios. El abundante cabello negro, encrespado y la larga barba, no alcanzaban a protegerlo de la insolación. La duermevela inquieta que lo arrastraba a su fantasía, escapaba flotando en sueños entrecortados de aventuras. En ellas, reaccionaba con intrepidez y valor, cómo quién era: 

“El pirata Barba negra”.  

 En el difuso horizonte oscuro, alcanzó a ver con dolor y amargura, los restos de su veloz balandro flotar a su derredor y a algunos camaradas heridos, dispersados por la corriente marítima, dirigiéndose al destino de su fantástica realidad. En tanto, su herida del muslo seguía sangrando y él, … desfallecía.


Al abrir los ojos, alcanzó a distinguir un apéndice que sobresalía del agua y se acercaba velozmente…


*Jolly Roger es el nombre que recibe la bandera tradicional de los piratas de Europa y América.


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