Carta a un traidor
Jorge Llera Martínez
Sentada
frente al escritorio, con lagrimas en los ojos y la tristeza en el alma , porque sólo me queda el recurso
de relatar lo que observo y me es imposible intervenir para modificar
situaciones o deslindarme de ellas,
escribo la siguiente carta :
México, D.F.
a 2 de julio de 2012
Al
representante del Poder Ejecutivo de la Nación
Presente:
Disculpe que
no lo llame con el nombre del cargo que usurpó conjuntamente con un grupo de
facinerosos: empresarios, políticos, familia y amigos, desde hace casi seis
años. Y no lo hago...porque estoy obligada a hablar con la verdad.
Llevo en mi
memoria cada momento de su actuación en el gobierno. Desde un principio y a
todo lo largo de su estancia en el
cargo, su mediocridad, falta de visión y obsesión por sostener su posición y alcanzar la legitimidad lo han impulsado a utilizar
el poder del Estado, violentado la paz social. Su arrogancia, al sentirse portador de la verdad absoluta, lo
orilló a volcar al ejercito a las calles con el pretexto de combatir al crimen
organizado, sin un diagnóstico previo y un plan integral de combate, e
ignorando la opinión de expertos en el tema, con la consecuencia de más de sesenta mil muertos…
que usted ha considerado despectivamente como daños colaterales.
La cruzada
que emprendió, no engañó a la sociedad pero le permitió a usted el reconocimiento
de sus mandatarios reales.
Por no
atender sus obligaciones constitucionales, proliferaron las muestras de
descontento social, culpándolo del aumento lacerante del hambre y la pobreza
extrema, de la falta de oportunidades de trabajo; del deterioro de los
servicios de salud, educativos y culturales; del desempleo y la falta de
productividad. En fin, del retroceso del país en todos sus ámbitos y la
desesperación de la población por alcanzar un mínimo de bienestar social.
Conforme finalizaba
su periodo, la desesperación por la pérdida paulatina del poder lo angustió y
el nerviosismo se reflejó en sus acciones: pretendió promocionar falsos logros
y comenzó a intervenir en el proceso electoral para el cambio de gobierno. Apoyó
por diversos medios al candidato de su partido, pero al ver que las encuestas
le eran desfavorables y que no tenía posibilidades de ganar, comenzó a buscar
la alianza con uno de los opositores, el del partido tricolor, vendiéndole su
apoyo a cambio de impunidad. Traicionando a su candidato y logrando que que declinara a favor de el opositor.
Las muestras
de inconformidad de la sociedad civil, provocaron la suspensión del proceso
electoral y la represión por parte del ejercito a las organizaciones
estudiantiles y a los sindicatos independientes
en varias partes del país. Hubo miles de muertos y heridos; enfrentamientos
francos en las principales ciudades. El candidato de la coalición de izquierda
trató vanamente de intervenir como mediador del conflicto y terminó
refugiándose en su Estado natal, para iniciar una nueva lucha.
Persiste una
tensa calma en el país desde la intervención americana. Se combate a la guerrilla
en el sureste y en las zonas serranas. El gobierno establecido y tutelado por
los invasores, es comandado nuevamente por usted hasta la convocatoria a nuevas
elecciones, sin fecha programada.
Sin importar
lo anterior, con la presente le comunico qué ha sido juzgado y condenado como
genocida y traidor a la patria.
La Historia
Desperté aún
con lagrimas en los ojos, angustiado y sudoroso. Me tranquilicé…pero la
pesadilla me acosa desde hace varios días.
9 de junio de 2012
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