Al encuentro del amor
Si el dinero va
delante,
todos
los caminos se abren.
William
Shakespeare
Susanita
llegó puntual a la cita con la terapeuta. En la antesala pudo observar la
pecera adosada a la pared y la tranquilidad de los peces al recorrerla una y
mil veces. Estaba pensando si no se aburrirían con la rutina, cuando la
hicieron pasar al consultorio. La especialista en medicina china la recibió con
una ligera caravana, y le indicó que se recostara en la mesa de auscultación.
La revisó y recorrió diferentes partes de su cuerpo aplicando acupuntura.
Terminada la sesión platicó con ella.
¾Está
usted muy tensa, Susanita. ¿Todo bien por la casa?, ¿sus amistades?, ¿en su
relación de pareja?...
¾Vivo
sola, ¾contestó¾ me relaciono casi exclusivamente con las
maestras de la escuela donde trabajo, personas de la comunidad religiosa a la
que pertenezco, y no tengo pareja.
—Y
¿le gustaría tener un compañero?
—Sí,
pero parece que no soy atractiva para los hombres.
—¿Cuántos
años tiene?
La pregunta la hizo removerse en la
silla y voltear hacia los lados tratando de esquivar el cuestionamiento, al
sentir la atención fija esperando la respuesta, farfulló con voz casi
inaudible… cuarenta… y cinco, escondiendo los cinco restantes bajo el manto
oscuro de su gazmoñería. ¾Considero que la tensión es por falta de
amor. Algo debe pasar en su entorno que aleja a los posibles pretendientes. El Feng Shui puede
detectar la causa. ¿Le gustaría que mañana fuera a su casa y haga un estudio?
La
doctora Mei Ling recorrió la casa midiendo los espacios con instrumentos raros;
pasaron al jardín y vieron una cortina de bambú enorme cubriendo un árbol de
durazno. La doctora se paró intempestivamente exclamando:
—¡Ahí está el problema!, ¡quite
de inmediato el muro de bambúes!, está bloqueando la corriente energética del
amor, impidiendo que el aroma de las flores del árbol penetre los poros y
active los dos chacras que estimulan la vida sexual y amorosa. Deberá colocar floreros con agua y
brotes tiernos de los tallos en varios puntos de la casa. Así, en cualquier
lugar, su cuerpo absorberá la fragancia del durazno y el estímulo será
permanente. La energía recibida activará
la influencia sobre el sexo opuesto al liberar las feromonas que concentra
ahora el cuerpo, expelíendolas a la atmósfera y
movilizándo el Chi adecuado. Haga la prueba y venga a verme en tres
meses, para evaluar los resultados.
En la sala de
espera, observaba a los peces del acuario en su insustancial rutina, mientras
pensaba: siguen en lo mismo, no cambian, subsisten sin emociones, deseos,
objetivos, transcurre su existencia sin saber a qué vinieron. Viven, pero no lo
saben. Así era yo hace tres meses…
Pasó a consulta, y después de auscultarla la doctora le preguntó si
había habido cambios en su vida.
—¡Sí, doctora! ¡Cambios sustanciales!
Al eliminar la barrera de bambués y colocar floreros en todas las habitaciones
de la casa, entró la alegría a mi vida. Cambié la actitud, vestuario,
costumbres y hasta mis amistades. A partir de que me inscribí en el portal de
solteros en busca de pareja, me he relacionado con varios hombres atractivos,
solícitos, caballerosos y deseosos de casarse conmigo. Estoy por decidirme,
sólo me llama la atención lo mal que está el país, porque ninguno tiene
trabajo.
— A ver, Susanita ¿Puede enseñarme el
anuncio que puso en la página?
—Sí, aquí lo tengo, véalo.
“Mujer madura, guapa, religiosa, de moral irreprochable y con excelente
condición económica, quiere establecer relación sentimental con fines
matrimoniales, con hombre maduro, de buena apariencia y costumbres respetables”.
—¡Es increíble que con sólo el aroma
de la flor del durazno, haya podido encontrar el amor!... ¡Gracias, doctora!
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