Sucedió en
España
Gárgamel
Quede al revés
o al derecho,
lo que se hizo ya está hecho.
Anónimo
Sonaron los tambores de alerta y el lago se llenó de canoas,
de gritos manifestando odio hacia los invasores
cercados en el palacio de Axayacatl. Los españoles trataron de burlar el
cerco y salir combatiendo con dirección de Tlaxcala. Cargados con lo pudieron
robar del tesoro de Moctezuma Xocoyotzin huían de la furia de los guerreros
aztecas y sus aliados; los soldados tropezaban mientras combatían,
y tiraban las joyas a la laguna en el acto desesperado de salvar su vida.
El lago se cubrió de negrura, la mancha de embarcaciones avanzaba como
hormigas, vallando la salida de los invasores. La masacre tintó de rojo las
zonas litorales; combatientes y animales heridos saturaban el ambiente con
gritos y gemidos de dolor. Obstaculizaban la huida restos humanos diseminados
en el campo de batalla; numerosas bestias despanzurradas relinchaban de dolor
tratando de levantarse y huir de esa vorágine incomprensible de odio y ambición.
La sangre hacía pastosa y resbaladiza la superficie, imposibilitando el caminar
o correr sobre ella. Los españoles fueron diezmados, y Hernán Cortés tuvo que
rendirse ante Cuitláhuac, jefe del ejército mexica.
El pueblo pedía el
sacrificio de los invasores, quería sangre para ofrecerla a Huitzilopochtli;
anhelaba venganza: destazar, masacrar, desaparecer aquella inmundicia humana
que alteró la vida de la ciudad; acabar con esos semidioses provocadores de
enfermedades y muerte.
El Consejo de Ancianos deliberó toda la noche. Y en la madrugada, dio su
veredicto: No más muertes, necesitamos aprender sus costumbres, su cultura...
Así, los agresores sobrevivientes fueron esclavizados y obligados a mostrar a
los jóvenes mexicas la crianza de animales domésticos traídos por ellos, a
enseñarles la extracción y manejo de los metales duros, la elaboración de armas
de fuego, la fabricación de pólvora y proyectiles; el uso de la rueda en el
transporte; el papel y la imprenta. Los escasos mandos sobrevivientes
instruyeron al enemigo en el manejo de armas occidentales. Cortés abandonó su
soberbia y prepotencia ante el convencimiento firme de un látigo lacerante. Se
convirtió en instructor de los ejércitos y estratega en los combates del pueblo
mexica para establecer su dominio en tierras lejanas.
Tenochtitlan se recuperó, los mexicas afirmaron su autoridad sobre todas las
tribus del continente. Con la utilización de armas españolas, sojuzgaron la
rebeldía de los pueblos y conformaron la gran civilización que floreció en los
siguientes lustros.
Conforme extendían su autoridad por tierra, iniciaron la fabricación de
embarcaciones de mayor calado, para agilizar el comercio y establecer la flota
guerrera que resguardara sus costas.
En el Calmecac se estudiaba, aparte de las materias tradicionales, las culturas
extranjeras. Ante la necesidad de ser eficientes en la administración de
territorios tan vastos, se optó por crear nuevos procesos e instrumentos que
facilitaran el trabajo; se instauró un instituto encargado de desarrollar
armamentos. Diseñaron innovadores artefactos de guerra, mortíferas máquinas y
centuplicaron su poderío destructivo.
Cuitláhuac Tlapoloani ¾el conquistador¾ tomó la decisión, y el Consejo de Ancianos lo apoyó…
Un guía alto, delgado, moreno cobrizo, de nariz recta,
ojos y cabello oscuro, dirigía la palabra al grupo de turistas que lo rodeaban:
—Ya visitamos el teatro, el circo y el puente sobre el rio
Guadiana, herencia de la civilización romana. Ahora estamos sobre esta enorme
estructura, legado de nuestros ancestros más cercanos:
La pirámide del Templo Mayor, construida en el siglo XVI sobre los restos de una
iglesia católica, y en honor a nuestro dios Huitzilopochtli, después de la conquista del país llamado España.
2
de junio de 2019
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