lunes, 10 de marzo de 2014

Diferencia





Diferencia




Por fin se había firmando el divorcio. Arropados por sus respectivos abogados, cerraron una vida en común con un frío saludo de manos. Aquellas extremidades  que en un tiempo acariciaron los cuerpos  generando pasiones, ahora transmitían hastío y formalidad; indiferencia y vacuidad.
            Del juzgado se dirigió a su casa en el viejo automóvil que había rescatado de la arrebatiña de bienes. Se desvistió y cubrió con una delgada bata que insinuaba las formas de un cuerpo maduro y  esbelto, pródigo de sensualidad en su movimientos y amable a la vista. Aún se sentía bella y al pensar en la adulación diaria que recibía  de compañeros de trabajo y amigos, reafirmaba su envanecimiento. Se sirvió una copa de whiskey y con sentimientos encontrados, y una desazón que la deprimía al evocar el desgaste emocional de los últimos años, bebió lentamente, saboreando la frialdad y aspereza del licor al pasar del paladar a la  garganta, disfrutando de la relajación que invadía progresivamente a su cuerpo y espíritu.
            El sol penetraba horizontalmente por la ventana dándole luminosidad a la recámara y manteniendo una temperatura agradable.  En el amplio lecho, recostada en un edredón encarnado con dos grandes almohadas como sostén, Mayola analizaba su vida con la firme intención de elucidar los momentos más importantes. Bebía a pequeños sorbos y recordaba…
            Llegó a la conclusión de que su gran error fue elegir a la persona equivocada para el matrimonio, estaba muy joven y  sus juicios no estaban bien fundamentados.
            Dos pretendientes, diferentes uno de otro como la risa y el llanto; la primavera e invierno o, una tarde soleada y una noche plagada de estrellas.
            Dos personalidades, con el suficiente atractivo cada una para pensar en una relación permanente y al tiempo, tuvo que  tomar una decisión.
            La intelectualidad de Gustavo concordaba  con su presencia  física: delgado, alto, de pelo castaño claro y lacio, que le caía con terca persistencia sobre la frente y con la misma porfía él se acomodaba con los dedos. Nariz delgada y recta que sostenía sus distintivas gafas, a través de las cuales se distinguían unos ojos azules deslavados y húmedos. Vestía regularmente suéteres holgados que escondían su delgadez y zapatos  de goma que amortiguaban el paso de sus desgarbadas zancadas. Era un hombre de letras y de pasiones controladas. Tierno, sutil en las caricias, entregas prolongadas en el amor y dulces finales relajados. Era un arquitecto exitoso, de carácter afable y sonrisa fácil.
            Octavio era un deportista incesante, siempre en actividad. De cuerpo musculoso,  pelo negro ensortijado y brillante, que enmarcaba su piel blanca haciendo resaltar sus grandes ojos oscuros resguardados por cejas arqueadas y abundantes. Sus pestañas grandes y rizadas  adornaban una mirada juguetona y  mordaz como su persona que lo mostraba atrayente a las mujeres . El vello lo cubría como una segunda piel y le daba el atractivo sensual de un animal salvaje, de un macho cabrío en permanente celo. Ingeniero de profesión y carácter arrogantemente extrovertido, explosivo y cariñoso. Sus decisiones, prontas y no siempre certeras lo llevaban por el mundo dando tumbos. Era un hombre de contrastes, de emociones constantes… de una permanente aventura.
            ¿Por qué seleccionó a Octavio para casarse? Si por Gustavo sentía una  atracción física y emocional similar. Si la divertía tremendamente y el tiempo que pasaban juntos era una delicia; fuente diversa de temas en las conversaciones vespertinas, placidez y goce en el amor, interés por su vida y comprensión de sus tribulaciones diarias; buen consejero, amigo y amante.
            Trató de situarse en el momento de la decisión y valoración de las cualidades y defectos de cada uno, ese momento crucial  de sentimientos confusos, valores encontrados, pasiones sopesadas.

            Y, ante  el peso similar de atractivos de cada uno, la diferencia que marcó su vida fue… de escasos centímetros.                                                                                                                             10 de marzo de 2014

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