martes, 22 de mayo de 2012

La reconquista


La reconquista

Jorge Llera Martínez

Había vagado por la ciudad en una confusión angustiante hasta altas horas de la madrugada; la tristeza lo acompañaba en su deambular. Trataba de ordenar sus pensamientos, que le llevaban recurrentemente al momento del rompimiento. Las frases duras que salieron de la boca de ella lo hirieron como  lanzas: " ¡Ya no te quiero...contigo no hay futuro...eres el peor error de mi vida ...no quiero saber más de tí! ".
Entre el llanto, que no se decidía a salir y la impotencia ante el suceso no previsto,discurría las posibilidades de un reencuentro amoroso. Al llegar a su departamento, tenía definido el plan de reconquista.
Inició con el envío de una "gruesa" de rosas rojas, en señal de la pasión que lo consumía  y una nota de arrepentimiento con promesas de amor eterno. Le habló por teléfono en la tarde, con la seguridad de haberla ablandado y de que la tormenta del día anterior había pasado:
- Hola Cucusita ¿Te gustaron las flores ?
- A mí no, pero el personal de intendencia te da las gracias por adornar su cubículo. Te pido no me mandes más notas cursis ... y ¡Desaparécete de mi vida!
Pensó que a lo mejor era demasiado pronto para recomponer el noviazgo, por lo que decidió darle unos días a que lo meditara. Le atormentaba constantemente que estuviera interesada en otra persona y comenzaron a aparecer los celos, pasión que carcome y consume el alma hasta la locura. Llegó el momento de confirmar esa sospecha y armándose de unos binoculares y cámara fotográfica, fue a buscar la evidencia.
Se ubicó atrás de un poste en la acera de enfrente de la oficina de ella, que en un mimetismo casi perfecto con un poste, le ocultaría a su vista. Comenzó a salir el personal y él, en ángulo de noventa grados con sus binoculares, observaba la salida. A ella no la vio. Cuando escudriñaba con  los binoculares alrededor de la calle para buscarla por otro lado, sintió un fuerte coscorrón que le hizo soltarlos y se estrellaran en el pavimento. Se volteó y vio la cara enfurecida de su Cucusita que acompañada de dos policías lo acusó de acoso sexual.
Camino a la Delegación, suspendido en vilo por los policías, vio como se alejaba la Cucusita. El movimiento de su cuerpo al caminar le llenó la mente de pensamientos lujuriosos y afirmó su convicción de recuperarla...Pensó : "Tal vez sigue un poco molesta".
24 de abril de 2012

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